DESTINO ESPACIO EXTERIOR (1966)

miércoles, 18 de marzo de 2015





 Francis D Lyon dirigió esta simpática serie B norteamericana que narra los avatares de un grupo de científicos en una estación experimental submarina cuando sus radares empiezan a detectar la presencia de un extraño objeto que se mueve por las inmediaciones y que resulta ser un ovni con aviesas intenciones en cuyo interior encuentran una cápsula que alberga un bicharraco monstruoso que les ataca. A partir de ahí comienza un repetitivo duelo entre criatura y tripulación de humanos , los cuales emplean todo tipo de artimañas y trampas para tratar de capturarla.
A pesar de sus evidentes limitaciones en el apartado de fx y su ritmo irregular y redundante, a mi me parece una divertida muestra de una premisa que después se repetiría en diversas producciones fantásticas: La de situar una amenaza de origen espacial en el fondo marino. La peli además contiene buenas secuencias de acción subacuática y algún que otro susto que aseguran al menos un entretenido visionado.

 Los decorados suenan a cartón piedra por todos sus costados y el conjunto es absoluta y deliciosamente retro. Incluso la música nos transporta irremisiblemente a las producciones sesenteras de ficción de bajo presupuesto de la época de una manera inconfundible. 

Estamos pues ante un producto que no esconde en ningún momento sus defectos e intenciones. Con momentos entrañablemente cutres como el de la explosión de la nave del monstruo , donde es imposible obviar la miniatura.

 Además posee uno de los monstruos más pintorescos jamás vistos, algo asin como una mezcla de Gremlin y piraña o besugo, y que se antoja bastante artificial, pero que resulta simpático , y el cual , además parece casi más un monstruo abisal que un supuesto alienígena del espacio.  Entra y sale de la base submarina con gran facilidad y jamás cambia su expresión , resultando el disfraz con toda probabilidad uno de los más cantosos a la par que graciosos del género.





1 comentarios:

Foofighter dijo...

Pues la verdad es que me gustaría verla, más grotesco encuentro yo a los patéticos monstruos que Saban nos obsequiaba en su día con esos Power Rangers chapuceros... Y aún hoy día siguen rodando. Eso sí que es un misterio.