MADRES CANÍBALES (1988)

¡Las amas de casa de un vecindario americano comienzan a sentir un hambre insaciable!.. de carne humana . Tras este apetitoso titular sigue una curiosísima comedia de terror , muy ochentera y fresca que no deja de contener todo tipo de mensajes críticos y muy satíricos en torno a la sociedad , el matrimonio ,los malos tratos,  la rutina y otros avatares. El director de la joya en cuestión es un tal James Aviles Martin (un apellido un tanto asturiano para director-guionista zetoso ¿no?)

Y es que a dicha premisa le sigue toda una divertidísima trama de enredos en la cual las madres se comen a sus hijos y maridos, algunos de los cuales se ven obligados a matarlas para evitar correr la misma suerte que los otros miembros de la familia. 

Las esposas enloquecidas y presas del súbito y desmedido apetito comienzan a actuar casi como si de zombies psicóticos se tratase y dan rienda suelta a sus conocimientos culinarios para asegurarse su ágape carnívoro y salvaje. La cosa se pone tensa cuando una joven regresa a casa del instituto y es testigo de como su madre se está zampando literalmente a su hermano pequeño. (El sueño de muchos, por otro lado....)

A partir de ese momento todo un cúmulo de pintorescas situaciones se van entrelazando y parecen girar en torno a un comisario manco, el cual efectivamente sufrió el ataque de su propia mujer tiempo atrás a lo largo de un día de caza en el bosque.

Los chavales , hartos de la situación deciden irse de casa achacando la situación a estrés social. Evidentemente el tono cómico y humor negro lo inunda todo y pese a las situaciones sangrientas el espectador no podrá evitar reírse cada pocos minutos debido a un cocktail que podríamos calificar como un "La noche de los muertos vivientes" dirigido por John Waters. 

Por lo que parece hay un virus derivado de la promiscuidad de las gentes del vecindario que se va contagiando por vía sexual y que provoca estragos. Un policia y padre de familia decide investigarlo... Escenas desternillantes , como la de la estampida durante la cena de graduación compiten en hilaridad con aquellas en las que los jóvenes planean como librarse de sus madres con bates de baseball y cadenas que las susodichas rompen sin problemas con los dientes. Pero toda la cinta está plagada de chistes absurdos y cachondos. Por ejemplo uno de los colegas se presenta a la madre de su amiga mencionando que se apellida "Gorgonzola".

Un divertimento de sobremesa ideal para sábado por la tarde , que podríamos calificar como de "mezcla de géneros" y que pese a su tono abiertamente de comedia absurda no se corta con la hemoglobina en los momentos puntuales en los que a esta le toca hacer acto de presencia, y que incluso contiene algunas transformaciones animatrónicas un tanto chuscas. 

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