Hoy comentaremos esta pequeña bazofia española que podría
calificarse como “cine interracial kinki-gay etarra”. Curiosamente co producida
por el gran y ya desaparecido Juan Luis Galiardo , quien además se reserva a si
mismo un pequeño papel en la trama.
Un ¿vasco?, un mexicano y un marroquí se escapan de un ¿reformatorio?. El protagonista es Xavi, un joven con fuertes
convicciones nacionalistas y que no duda en unirse a la causa de la lucha
armada ¿he dicho unirse? No, la verdad es que no se une a nadie, sino que el
tipo va por libre, y a base de pólvora, pilas y bombonas de butano tamaño mini
se convierte en lo que se dice un “Etarra
on the loose” . Todo un lobo solitario, pues aunque va buscando a una especie
de antiguo mentor maduro y de ideas claras para que le guie, este pasa de él ,
básicamente.
y todo ello en ambiente casi de serie de televisión urbana española del
estilo “Al salir de clase”.
El muchacho ocupa un piso franco , se prostituye, le roba la
pistola a un picoleto y acto seguido se lanza de tienda en tienda cual
televidente de “Bricomania” en busca de utensilios para crear explosivos
caseros , los cuales lleva a cuestas a todas partes. Sus compañeros se lian con
un una gordilla y una feorra que se encuentran en su viaje en autobús.
Uno de los momentos más penosamente álgidos de la trama es
aquel en el que , tras intentar fallidamente tumbar una bandera española con
una moto-bomba accionándola mediante corriente eléctrica, el niño mexicano
agarra la pistola de su compi vasco y dispara contra la moto mientras emite, en
un perfecto acento marroquí (bueno, más o menos..) , la frase “Gora Euskadi
euskalerria” . El balazo convierte la moto en un gran efecto especial
pirotécnico infográfico que hace que la gran bandera caiga al suelo.
Pero no es el único, ya que esta bazofia está repleta de
momentos estelares memorables, como aquel en el que la gordilla y su amiga
descubren que sus compis de piso son terroristas y ellas dos solitas reducen
sin arma ninguna al mexicano y al marroquí hasta que llega la policía.
Y es que es un hecho que la película va desbarrando y
tomándose cada vez menos en serio a si misma a medida que va avanzando el
metraje. De tal forma asistimos en mitad de la peli a una delirante escena (con
flashback azulón incluido) en el que vemos los inicios del prota en el tema de
las pistolas , llegando a realizar piruetas propias de Bruce Lee.
Y es que
solamente falta que el etarra veterano se dirija hacia el niñato como “pequeño
saltamontes” para que el tono “guerrero ninja shaolin” sea completo.
También podemos ver a Pablo (un paso adelante) Puyol en un
cameo de “chapero” gay. Lo cual era básicamente lo que le faltaba a este
producto para adoptar la etiqueta de “Zetosidad bizarra de grado 5” que
despierta carcajadas inevitables cada aproximadamente 5 minutos y lo convierte
en divertimento seguro , muy vergonzante y penoso, eso si.
La frase lapidaria a recordar que resume el entrañable
mensaje de esta comedia involuntaria: “El fanatismo entra por donde menos te lo
esperas”. Ver para creer…
0 comentarios:
Publicar un comentario