THE BURNING MOON del director germano
Olaff Ittenbach estuvo prohibida por los mojigatos censores
cabezacuadrada y fue la película rodada en video más adquirida en
Japón el año de su estreno. ¿Qué ? ¿como se os queda el cuerpo ?
No es una potente (y potante..) carta de presentación?? Pues
esperad a ver.. porque esta basurilla mental contiene la suficiente
hemoglobina, golpes, cortes, mutilaciones, martillazos, violaciones,
disparos, voladuras de craneo, taladros, salpicaduras, atropellos, y
demas etc , etc etc...de la galeria “gore” como para sorprender
al más pintado de los espectadores.
La verdad es que la peliculita se las
trae , siendo un verdadero cúmulo de salvajadas la mar de creativas
en muchos aspectos.
La historia comienza con un cameo del
propio director ,como lider de una banda de peleones delincuentes
callejeros que se zurran con un grupo rival dejando a todos sus
miembros fuera de combate. Tras volver a casa el chaval es reprendido
por sus descontentos progenitores ,quienes (muy inconscientes ellos)
le dejan al cuidado de su hermana pequeña. El tio se chuta una dosis
de alguna droga y pilla un libro de historias para contarle a su
acojonada hermana.
Acto seguido se nos muestra la primera
de las historias: Una terrorífica cita a ciegas que sale mal, pues
una joven queda para cenar con un recién evadido asesino psicótico
homicida. Al descubrir, por casualidad la verdadera identidad de su
príncipe azul, esta decide dejarle plantado, y el gachó no se lo
toma nada bien, plantándose en casa de sus “suegros” y
cargándoselos a ellos y a la hermana de su ligue. A la que además
hace ingerir parte de los cuerpos ¿no es encantador?
Al final , la pobre sigue rechazándolo y
este decide intentar acabar con su vida , siendo la ensangrentada
víctima rescatada por un poli que seguía la pista del asesino
enamorado.
Tras un interludio en el que vemos a la
hermana del siniestro cuenta-cuentos Ittencbach quejarse de lo poco
que la está molando el plan de las historias para dormir y este le
insiste en que las historias son cojonudas y tiene que escucharlas
porque él lo vale, este da comienzo a la segunda historia , la cual
versa sobre un sacerdote violador y también asesino que sin embargo
se nos revela como toda una personalidad en la parroquia de su
agrícola y campestre comunidad (años 50) ,llegando , en un alarde
de “biZarreZ” atrevida y flagrante, a oficiar los funerales de
sus propias víctimas.
Los primitivos y supersticiosos
habitantes del pueblo ya le han echado el ojo encima a un joven
granjero algo retraido e inadaptado , al que consideran en su
convencimiento absoluto como el verdadero asesino sádico.
No obstante el muchacho cuenta con el
beneplácito del propio cura homicida , de modo que cuando el macho
man del pueblo decide hacer justicia previo pago, e ir a visitar
martillo en mano al granjero para machacar literalmente su craneo,
este es víctima de la maldición y es enviado al mismo infierno ,
donde una especie de personajes estilo cenobita le someten a los más
refinados dolores . Es en este punto donde el despliegue de fx
sangrientos adquiere su mayor expresión y somos testigos de una
visión del infierno realmente dantesca y muy visceral, y seguramente
uno de las grandes aciertos de una peli ,que por otro lado muestra su
bajo presupuesto casi en cada plano , pero que no obstante sabe
aprovechar los recursos al máximo, resultando efectiva.
El desenlace del film, al regresar al mundo real,
bastante chungo es esperable.. pero no por eso deja de ser menos
impactante..
“The Burning moon” es seguramente
el mayor exponente del ultragore independiente alemán de la década
de los 90. Y consagró a su director Olaff Ittenbach como una de las
máximas figuras dentro del subgénero.
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