PRESIDIO (1988)

miércoles, 27 de abril de 2016
















Ya todo un clasicazo de culto para los amantes del fantástico ochentero más exacerbado. La película que dió fama a su director, el artesanal Renny Harlin, en el mundo del cine de género y relanzó su carrera en films de terror y acción, donde a este le fue posible cagarla reiteradamente y convertirse en el artífice de algunos de los fracasos Hollywoodienses más sonados de las últimas décadas. 




Labor de hemeroteca aparte , lo cierto es que el título que nos ocupa representa posiblemente uno de los títulos más notables del , por otro lado versátil realizador de origen finlandés. 

Una historia de venganzas de ultratumba en la mejor tradición, que en este caso se desarrolla en un penal norteamericano. 
 De esa manera la cinta reúne todas las características del cine carcelario, mezclándolas fluidamente con el terror puro.

En la prisión que hace referencia el título se ejecuta en la silla eléctrica a un inocente. Con el tiempo, el artífice de dicha injusticia logra prosperar hasta convertirse en director de la penitenciaría.



Una remesa de presos es transladada al lugar sin sospechar que este está maldito y encantado por el vengativo fantasma del ajusticiado, quien manipula las instalaciones haciendo que mueran de manera violenta varios de los internos..

Protagonizada por un joven Viggo Mortensen que ,como suele suceder, se lleva la función , y diversos secundarios destacables, como el gigantón Tommy "Tiny" Lister, quien curiosamente hace un papel muy parecido al que años después realizaría en "El caballero oscuro" (2008).


 El planteamiento de la historia es de lo más "naif" y sencillo, pero el metraje contiene efectos especiales violentos lo bastante cuidados y contundentes, y mezcla correctamente intriga, terror más o menos gráfico, "body count" tradicional, y aventura carcelaria. 




Además el film contiene uno de los clímax más forzados , divertidos y risibles del género, con un Kanne Hodder (Jason) chisporroteante e iracundo que emerge del suelo en su silla eléctrica al más puro estilo "Hermanos Scoleri" para acometer su vendetta personal.



La película se filmó en una cárcel real e incluso se usó a los internos como extras del lugar y cuando Renny Harlin tuvo la posibilidad de realizar el film era poco menos que un indigente que vivía en el interior de su coche. 

Esta producción de la infame "Empire" cuenta con música del ínclito Charles Band, quien no obstante realiza uno de sus trabajos más deslucidos y menos memorables.